viernes, 8 de enero de 2016


Desde mi corondel: Ribó retira los bancos de las aceras

Por Agustín Ferrer Ortiz
Hasta hace unas semanas, muchas calles valencianas contaban con bancos donde poder descansar cuando estabas de paseos o esperando a cualquiera a la salida de un comercio o simplemente para lo que te viniera en gana que para eso son de los ciudadanos pues se pagan con nuestros impuestos. Pues bien, resulta que el ínclito alcalde de Valencia, Joan Ribó (que no es valenciano sino natural de Tarragona), ha decidido que estos sobran y por ende ha determinado quitarlos de la vía pública y para ello alega que se quiere evitar que los mendigos duerman en los mismos.

Ciertamente nuestro alcalde Joan Ribó se está luciendo de gloria con sus decisiones. Enumero por ejemplo que 1 de cada 4 policías locales no patrulla, que los servicios de limpieza brillan por su ausencia y nuestras calles parecen estercoleros entre basuras, orines y defecaciones caninas y algunas no tan caninas y para rematar retira los bancos y ¿Qué pretende con ello? Tal vez que no se vean mendigos en nuestras calles lo cual es absurdo porque se irán a los jardines del antiguo lecho del rio Turia que casualmente casi no patrulla la Policía Local desde inicio de la legislatura Ribonista-comunista-anárquica.

Una ciudad como Valencia, la tercera capital de España, que históricamente ha sido espejo de Europa, está sufriendo el saqueo político de la nulidad, el desprecio al ciudadano, el desprecio absoluto a las señas de identidad, a las religiosas y sociales que no comulgan con su ideología patética de hace más de setenta años es lo que preocupa realmente a este señor cuyo nombre aborrezco nombrar. Tal y como están funcionando estos chicos amparados por el PSPV y Podemos y con las políticas que vienen haciendo, harán bueno el gobierno municipal de Rita Barbera a la que tanto criticaban y estos hoy vienen haciéndolo muchísimo peor e incluso ya cayendo en la corrupción y el amiguismo entre colegas y familiares para repartirse el pastel entre ellos solos.

No se puede gobernar políticamente para satisfacer  a una minoría sino que se es alcalde para toda una ciudad, para una ciudadanía, no pensando en que su tiempo de futuro es corto porque estamos seguro que no acaba los cuatro años, sino mirando hacia el futuro de los valencianos, gestionando sus intereses para que la ciudad sea digna ante los ojos de nuestros visitantes quienes comentan en que precaria situación de suciedad estamos porque el señor Ribó es un hombre dejado y más preocupado de su catalanismo y del futuro de su pareja para tener el saco lleno una vez se retiren y vivir felices burlándose de los valencianos a los que han perjudicado gravemente a lo largo de su mandato.

En fin, es una pena que hasta los pobres indigentes no puedan satisfacer sus necesidades de descanso por una decisión kafcana con tintes dudosos hacía donde se quiere conducir la situación y negar a los paseantes la posibilidad de rendir descanso a sus cuerpos mientras pasean por las calles o esperan por cualquier circunstancia.

Joan Ribó puede seguir con esa tónica. Mucho mejor para Valencia, porque será el alcalde como aquel burro Victoria, que pasó sin pena ni gloria y sepa, que cuatro años pasan rápido y la ciudadanía se lo recordará y le pondrá en su lugar, donde estaba antes. Así de sencillo.

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