Opinión: Ganan los de siempre y pierde Podemos
Por Agustín Ferrer Ortiz.-
La fuerza liderada por Pablo Iglesias que se presentaba a estos
comicios andaluces como la única alternativa al bipartidismo y dispuesta a
acabar con el Partido Popular, ha quedado en un tercer plano muy lejos de la
realidad que esperaban de ganar o como mínimo ser el segundo partido en el
panorama político de Andalucía.
Lo que es sorprendente es el castigo que los andaluces dan al Partido
Popular mientras que al PSOE lo votan llegando casi a la mayoría, teniendo en
cuenta los casos de corrupción del Gobierno socialista en esa comunidad y con
dos de sus máximos responsables (Chavez y Griñán) imputados por el caso de los
ERE’s, lo que demuestra el nivel de incultura existente en la población rural
de esta zona a la que es fácil someter con el yugo del miedo y de la mentira
roja tan habitual por esas latitudes.
Hay que tener en cuenta que el gran problema que tiene el Partido
Popular es la falta de comunicación. No han sabido explicar a la sociedad las
verdaderas causas de la crisis, los recortes que hizo el PSOE y los
posicionamientos populares para ir saliendo d ela crisis y no han sabido
explicar, especialmente, por qué las promesas que hicieron han sido incumplidas
en aras de tener que solucionar los problemas que el PSOE provocó y que los
mismos socialistas han usado para hacer creer a la sociedad que los problemas
son consecuencia de las políticas adoptadas por Rajoy y su gabinete dormido en
los laureles.
No obstante esto es un toque de atención a los chicos de Rajoy que
pierden más del 20%, unos 500 mil votos y le pone ante las ruedas del carro de
lo que le espera en mayo en otras comunidades autónomas, como la Comunidad
Valenciana, a vista de las últimas encuestas publicadas, donde Ciudadanos
tendría la llave de la gobernabilidad (difícil porque ya sabemos que estos no
quieren pactar con el PPCV), o el tripartito PSPV-Compromís-Podemos puede ser
una nefasta y triste realidad para esta tierra por el desmadre político de
estas formaciones y su antojo catalanista y empeño en acabar con las raíces
valencianas en todos los terrenos. Sea como sea, la situación para Fabra es
negativa porque este partido ha perdido toda la confianza por parte de la
sociedad que se ha visto engañada por tanta corrupción entre sus líderes desde
el gobierno de Francisco Camps hasta el de Alberto Fabra que heredó un gobierno
sucio y corrupto. Tal vez si en aquel entonces Génova hubiera actuado de otra
manera, hoy la Comunidad Valenciana sería popular, pero como el blandito de
Rajoy nos endosó al otro blandito, así nos ha estado luciendo en pelo. Entre
uno que no sabía y el otro que menos aún, pues la Comunidad Valenciana anda
hecha unos zorros e ingobernable.
No obstante la lectura que hay que hacer de estas elecciones en
Andalucía es la que sacamos tras el varapalo que reciben los chicos de Podemos
que se imaginaban ganándolo todo y oprimiendo al País con unas políticas
autoritaristas, antesala sin duda de lo que les espera en el mes de mayo y
posteriormente en noviembre por lo que deducimos que la pauta de trabajo
marcada por Pablo Iglesias para destruir el estado de derecho que sostiene a
España, se le ha ido por la alcantarilla venezolana a la que tanto le debe. A
eso hay que sumarle la corrupción que aflora entre sus muchachos y esos dineros
que reciben desde Venezuela e Irán que no presagian sirvan para nada bueno y
también influye su apoyo a la libertad de los presos de ETA, asesinos de
inocentes defensores de la patria que ellos tanto odia y de la que quieren
vivir.
España prefiere el bipartidismo antes que nuevos experimentos con
melenudos y muchachitos que aún ni se afeitan recién salidos de la universidad
y a más la sociedad se ha inclinado por Ciudadanos que aparece con fuerza en
todas las quinielas para ser un partido con gran representación en el Congreso
de los Diputados, alejando a otras formaciones como UPyD e incluso a Izquierda
Unida a escaños más alejados dentro del hemiciclo donde su voz casi no será
oída y España prefiere antes que el PSOE o el PP pacte con Ciudadanos ya que
están todos más en un línea de centro que de las extremas.
En definitiva, nos esperan dos meses muy movidos entre la precampaña y
la campaña de las municipales y autonómicas, así como después un verano muy
movido de cara a las elecciones generales en el mes de noviembre cuyo resultado
se sabrá en base a lo que acontezca en las autonómicas y ya sabe el Partido
Popular, en este sentido que, debe poner sus barbas a remojar.