martes, 8 de marzo de 2016


Desde mi corondel: Treinta mil políticos delincuentes de guante blanco
Por Agustín Ferrer Ortiz


 
“Delito de guante blanco es una expresión coloquial que hace referencia a aquellos delitos que se cometen sin mancharse las manos (de ahí la referencia al color del guante). Son delitos que se cometen sin intimidación, amenazas, uso de la fuerza o armas, métodos violentos de lograr consumar el delito”.
Es una vergüenza que España tenga que estar manteniendo a un banda de criminales compuesta por treinta mil individuos que están en política para vivir de ella y no para servir a una sociedad que confiaba en ellos, y si se han dado cuenta, no he mencionado ninguna formación política, porque en este enjambre están de todos los colores y condiciones, así como escalafones porque va desde presidentes de Comunidades Autónomas hasta simples directores con derecho a usar guante blanco.
Lo primero que debemos tener claro es que estos elementos subversivos que roban de las arcas del Estado o municipales, nos están robando a una sociedad que debemos sufrir las consecuencias de subidas salariales ridículas que no superan el dos por ciento y que soportamos subidas de impuestos directos e indirectos que nos asfixian, pero claro, todo eso es comprensible cuando vemos la gran cantidad de gentuza aprovechada que deja las cajas de caudales como las que pintaban en Montardelo y Filemón, aquellas que aparecían llenas de telas de arañas, sólo que estos son más de la banda de Alí Babá y los 40 ladrones sinvergüenzas pero claro, cuando vemos que los casos de corrupción en España suman en conjunto más de 700 es para echarse las manos a la sobaquera y sacar el Colt 45 del Sheriff del condado y ajustar las cuentas al más puro estilo ciudadano libre, porque la justicia poco hace o poco le dejan hacer debido al innumerable número de imputados/investigados que son aforados y se salen de rositas de cualquier causa y siguen en sus puestos como si el tema no fuera con ellos.
Lo primero que habría que hacer, es levantar los aforamientos, después y de forma radical despolitizar la justicia y que esta no dependa del Gobierno ni de los partidos políticos y hablo desde  el máximo responsable del Tribunal Superior de Justicia hasta el juez de menos singladura de cualquier pueblo importante de España para que así, si, la justicia actúe libremente y sin cortapisa que obstaculice su labor de implantar la misma para beneficio de toda la ciudadanía porque si la Constitución marca que todos los españoles somos iguales, ¿por qué marcamos diferencias entre ciudadanos de calle, de a pie y ciudadanos con título político?
Por otro lado resulta ridículo, patético e intolerante que hayan fuerzas políticas que se dedican a destapar el cajón desastre de otros cuando en su casa los tienen llenos y se ampara incuso en otras formaciones para conseguir con la mentira y la falsedad lo que las urnas les niegan por derecho, el derecho del ciudadano a decidir quién debe regir los destinos del País durante los siguientes cuatro años y así se dan situaciones como las que estamos viviendo en España en estos últimos meses, un culebrón que promete ser más largo que cualquier telenovela mexicana o venezolana.
Queda claro que vivimos bajo una sociedad política corrompida que usa sus fueros y sus cargos para delinquir sin miramientos, sin pudor alguno y menospreciando y despreciando a una sociedad brutalmente atacada por una delincuencia invisible y lo peor es que la propia Justicia hace oídos sordos por mor de esos contactos silenciosos de amiguismo, enchufismo y demás menesteres lujuriosos de la política porque la Justicia en España puede ser de todo menos ciega, porque todo lo ve pero con todo no actúa igual.
Propongo crear un Alcalá-Meco III solo para estos sujetos porque los delincuentes comunes no tienen porque soportar a una manada de impostores que han violado los derechos de los ciudadanos al robarles sus dineros que debían ser destinados a mejoras para la ciudadanía y no para mejoras de los bolsillos de unos pocos, porque si está mal que un empresario haga chanchullos que son perjudiciales para la salud de las personas en beneficio propio, peor está que lo haga un político que debe dar ejemplo de honestidad, honradez e higiene política.
En definitiva que ningún partido político está poniendo de su parte para acabar con la corrupción y unos se culpan a otros. Al final, quien la paga, es el ciudadano y el ciudadano, cuando menos lo pienses nuestros políticos dirán BASTA YA y entonces veremos qué pasa, y quien vota a quien y que nadie se abandere como el legítimo defensor de la lucha contra la corrupción porque los políticos en España son simplemente los mismos con diferentes collares y en todos los partidos cuecen habas, porque al final entre unos y otros, la casa por barrer y la basura desperdigada.
En fin, que el tema de la corrupción, aquí damos un paso adelante y cuatro para atrás con lo que vamos de mal en peor y miles de millones perdidos.