Rus planta cara con valentía y coraje
Agustín Ferrer Ortiz.-
Todos los que conocemos o hemos
estado cerca de Alfonso Rus, le escuchamos y tratamos de entender, sabemos que
es hombre llano de palabras claras y nunca medias tintas, de esos que cuando
hay que decir blanco es blanco, lo dice porque lo es y no cambia de color. Como
dicen en mi tierra, un tío con un par de “collons”.
El Partido Popular en la
Comunitat Valenciana está ante una difícil encrucijada de cara a las próximas
elecciones autonómicas y municipales que tendremos dentro de dos años y el
carisma del presidente Fabra y sus gentiles Castellano y Císcar, entre otros, está
por los suelos y sin duda, las palabras de Alfonso Rus van a echar más lecha al
fuego contra el “fabrismo” y en pro de una nueva vía que pasa por ser la del
“rusismo” a la que muchos ciudadanos estamos dispuestos a seguir.
Habría que considerar y por lo
tanto comprobar cuales serían los apoyos con los que podría contar Alfonso Rus
para alzarse como candidato a presidir el Partido Popular en la Comunitat
Valenciana y ser candidato a presidir la Generalitat sabiendo que tendría en
contra el núcleo duro de Génova, de todos es sabido que Rajoy es persona que
aparta a aquél que no está con él porque considera que está contra él y no a
favor de los buenos propósitos y deseos de una tierra, y contaría también con
una aplastante mayoría de varones y votantes de estas tierra salvo, seguramente
los varones de Castellón.
También es muy cierto que el aval
por la gestión al frente de la Diputación de Valencia, es el aval que no tiene
ningún otro político ya que ha sabido conjugar perfectamente los verbos ahorrar
y gastar, haber sabido llevar una conciliación con aquellos ayuntamientos que
son gobernados por otras fuerzas políticas de la izquierda, pese a quien pese,
especialmente al PSPV que si ha sabido aprovechar las buenas tajadas que sacaba
y saca de esta entidad para los gobiernos municipales que gobierna en la
provincia de Valencia. Le avala también la gestión en el ayuntamiento de su pueblo
natal, Xàtiva, que a lo largo de las legislaturas que Rus lleva como primer
edil ha ido sufriendo una transformación que maravilla a propios y extraños que
visitan la capital de La Costera.
Lo que sin duda es evidente a
estas alturas y tras los tiempos revueltos del “zaplanismo”, el “campismo” y
ahora el “fabrismo”, el Partido Popular en la Comunidad Valenciana necesita de
un cambio de imagen radical, de alguien que de vida al partido, que aporte
naturalidad, sencillez, que sea más cercano al pueblo y que no viva en una urna
dorada o poniéndose los laureles en la cabeza creyéndose un César como le pasa
a Alberto Fabra que a estas alturas, tras ser designado a dedo se considera
intocable, pero en dos años, las urnas hablarán y si hacen caso a las encuestas,
el PP tiene una larga sentencia de oposición y tendrá por delante cuatro años
para reconvertirse antes de que el tripartito rojo nos hunda en la miseria.
Génova debe ser consciente de que
son las bases del partido y los ciudadanos quienes debemos elegir a aquel
candidato que realmente deseamos nos represente y Mariano Rajoy debe de dejar
de esconderse como buen gallego, dar la cara y reconocer que en la Comunidad
Valenciana metió la pata al nombrar a dedo a un tarugillo al que le viene
grande la poltrona, que aquí, en esta tierra queremos un tío con “collons”
capaz de sacar esto adelante, capaz de entender que la Generalitat es como una
empresa que hay que saber administrar si se quiere que de buenas cifras al
final de cada legislatura y no convertirla en un pozo sin fondo esperando que
sean los ciudadanos quienes pierdan sus ahorros para que algunos disfruten
cuales magnate ricachones para visitar la Fórmula 1 o construir aeropuertos sin
aviones. Y en estos momentos hay que decirle a Génova que la Comunidad
Valenciana aceptará y verá con buenos ojos una candidatura que ha demostrado
saber cómo llevar una buena gestión económica y sin duda eso pasa por tener
como cartel a Alfonso Rus.
Rus es alguien capaz de decir las
cosas por su nombre y exigir a los demás que cumplan con sus promesas, porque
él está con la sociedad, con sus necesidades y especialmente con la tan
cacareada financiación, el gran pecado socialista con esta tierra que fue
abandonada por un partido mediocre de políticos mediocres como es el PSOE y que
tiene como herederos al PSPV que por un lado hablan y exigen y por otro callan
a las órdenes de Ferranz, porque Ximo Puig jamás alcanzara un status político
digno para defender los intereses de los valencianos, sencillamente porque no
sabe y porque no tiene programa y porque sus varones son los primeros que le
están haciendo la cama.
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