En política se está para servir

Por Agustín Ferrer Ortiz

Tras los escándalos de corrupción del Partido Popular en la Comunidad Valenciana con la “Operación Taula” que investiga el “Caso Imelsa”  y las comisiones y/o mordidas del PP en el Ayuntamiento de Valencia, la sociedad valenciana sigue día a día estupefacta ante la actitud de nuestros políticos conservadores.

Cristina Seguí comentaba en su Twitter que “en política se está para servir y se sale por lo mismo”, pero parece ser que los ediles imputados de este partido en el Cap i Casal no están por la labor de soltar sus actas de concejales que les reclama la dirección del partido en justa medida por su falta de moral ética y política prefiriendo mantenerse mediante el sustento que supone el dinero que los contribuyentes aportan a las arcas municipales que está destinado a mejoras en la calidad de vida y servicios de los ciudadanos y no para llenar los bolsillos de cuatro golfos vividores ahora imputados por corruptos y que deseamos que si es así, acaben entre rejas por ladrones, por haberse constituido en una banda criminal.

Cuesta creer y lo digo con pesar, que quien ha sido alcaldesa de nuestra ciudad durante más de veinte años, diga que en su equipo no había corruptos y que ella no está salpicada y me cuesta creerlo porque ahora que es aforada se esconde tras el aforamiento que le otorga ser senadora. Desde mi punto de vista, Rita Barberá debería ser valiente y honesta y dar la cara, enfrentarse al toro cogiéndolo por los cuernos y defendiéndose ante la justicia como corresponde porque si no tienen nada que ocultar, nada debe temer pues de lo contrario, si persiste en su sinrazón, nos está demostrando que se aprovecha de su estatus para ocultar que es una más de todo este grupo que no merece llamarse políticos y menos ser dignos de respeto.

Es triste ver que por culpa de unos pocos, se ha puesto en entredicho el trabajo de hombres y mujeres honrados y honestos cuyo deseo es servir, y me consta porque conozco a muchas de estas personas que a nivel regional o nacional son personajes anónimos que nadie conoce, pero la sociedad está muy asqueada en la Comunidad Valenciana o en la C.A. de Madrid, en Baleares, Cataluña, Andalucía e incluso con algún miembro de la Casa Real con el “Caso Nóos”.

El PPCV está defraudando a una sociedad que ahora en masa está abandonado esa formación y que busca su refugio político en otros partidos. Tal vez sea un error de cara a un futuro, pero tal vez sea un acierto si con ello se consigue una renovación total y absoluta de los elementos que deben representarnos en los estamentos políticos. Madrid le ha dicho a Isabel Bonig que no a una refundación del partido y cambio de sigas, porque las cortas miras políticas de Mariano Rajoy están llevando a su partido al caos sin remedio, pero lo que si puede hacer la líder valenciana es cambiar los personajes y amortiguar con ellos los golpes que van llegando día a día porque parece ser que el goteo de corruptos no cesa y cada día nos sorprendemos con alguna nueva historia. Así que si están preocupados por estas huidas en masa de sus militantes, que lo estén y con razón  si no ponen remedio.

Pero hablamos del Partido Popular y esta crítica no es ajena al resto de formaciones políticas españolas cuando conocemos que hay más de 700 casos de corrupción de los cuales algo más de 600 corresponde a los dos principales, al PP y al PSOE y hasta la fecha ninguno de ellos ha tomado medidas contra la corrupción y todo lo que dicen al respecto son palabras vacías, sermones en el desierto que no sirven para nada y se limitan a encubrir, tapar, ocultar todo lo que está sucediendo alrededor de sus formaciones pensando que la ciudadanía es estúpida y que pronto olvidarán, pero no, la ciudadanía hace pagar y la prueba la tenemos que en la Comunidad Valenciana el PP perdió las elecciones, que a nivel nacional el PSOE perdió las elecciones y el PP un gran número de sus votantes, cerca de cuatro millones de votos y los cabezas de listas siguen en sus trece sin poner remedio a este mal que es sumamente grave.

Espero que devuelvan lo robado que si debería ser por derecho y obligación, así que pedimos a la justicia que actúe en consecuencia y que no ceje en el empeño de esclarecer cada uno de los distintos casos de corrupción existentes, porque esos miles de millones corresponde a todos los ciudadanos españoles, muchos de ellos casi sin posibilidades económicas que cumplen religiosamente con el pago de sus impuestos y no para que una pandilla de sinvergüenzas y degenerados se lucren en su propio beneficio.

Cuando optaron por esta profesión, sabían que su función era servir, servir al ciudadano para mejorar sus condiciones y no servirse de los ciudadanos para mejorarse ellos mismos y abultar sus cuentas corrientes, algunas de ellas en Suiza como las de Luis Bárcenas o los Pujol porque hemos convertido España en el paraíso de los corruptos ya por encima de cualquier país latino o africano. Una verdadera vergüenza que es intolerable.