viernes, 12 de abril de 2013

Socialistas, escraches y desahucios

  Agustín Ferrer Ortiz.-

Estamos asistiendo en los últimos meses a una visión de España preocupante, delicada y que puede abocar en actuaciones mucho más peligrosas para muchos ciudadanos, especialmente aquellos de la derecha que en cualquier momento veremos sobre nuestras cabezas el mazo de la izquierda radical llena de odio que considera que su forma democrática de expresarse libremente es usando la amenaza y el insulto como método de diálogo.

Pasemos a definir antes de continuar, lo que significa escrache y su procedencia:

Escrache: es el nombre dado en la Argentina, Uruguay y España a un tipo de manifestación pacífica en la que un grupo de activistas de Derechos Humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de un método de protesta basado en la acción directa que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública. La palabra nació en su uso político en 1995 en la Argentina, utilizada por la agrupación de derechos humanos HIJOS para denunciar a los genocidas del PROCESO liberados por el indulto concedido por Carlos Menem.

Una vez explicado todo esto podemos entender que las actuaciones de los escraches en España son todo menos pacíficas a vista de lo que vemos día a día habiéndose convertido en una violencia anti democrática y estos escraches en estos momentos, según indican desde FJI (Jueces contra los acosos) están encendiendo una mecha que no saben donde acabará el fuego ya que se está extendiendo de forma peligrosa cuando se trata de cercar domicilios de políticos populares o las sedes de este partido en todo el país.

Amén a todo esto, hace un par de días me quede estupefacto cuando escuchaba las noticias en 13 TV y me veo a Toxo, Ada Colau y Méndez dando una charla sobre los desahucias en la que decían que ellos creen que no es acoso y coacción las amenazas e insultos que se están profiriendo contra los políticos del partido en el Gobierno ante las puertas de sus domicilios particulares poniendo en peligro la vida de quienes residen dentro del domicilio familiar.

Esto que ya rebasa lo permisible en tolerancia, sobrepasa el cinismo de estas personas que si ya tenían poca credibilidad, especialmente los dos vividores sindicalistas gorrones, en estos momentos acaban de confirmar el grado de cinismo al que pueden llegar pues pensábamos que con ellos y sus manifestaciones de huelgas generales, lo teníamos todo visto, pero el nivel de sinvergüencería de esta gentuza, no tiene parangón. De la señora Colau, ya sus propia imagen habla de su calidad y de lo que pueda esperarse de ella cuando con sus palabras está alentando a que los escraches vayan caldeándose más y subiendo el tono de las amenazas, por cierto personas estas que si realmente fueran desahuciados estarían manifestándose de otra manera y no bajo el síndrome de la lucha pues ver las caras de estos elementos ya nos hace saber a qué razón social y política pertenecen y quien les está alentando en esta lucha sin sentido, en esta guerra antidemocrática e insocial además de incivilizada.

No voy a dudar ni un minuto en lanzar mi dedo acusador hacia quien hace unos años lanzó a sus perros flautas ante la sede del Partido Popular en Génova al grito de “España no se merece unos políticos que mientan”. Sí, me estoy refiriendo a Alfredo P. Rubalcaba, ese político que se ha ganado el apelativo del ser más infame, miserable y mentiroso de este país y que espía a cada uno de los políticos de España. Sin duda es el PSOE apoyado por la izquierda plural y la extrema izquierda radical, los que están tras toda esta movida, pero hay que recordarles, especialmente a los méndigos socialistas, que fue la ex ministra de vivienda, Carme Chacó, la que planeó crear diez juzgados para desalojos express, cuando el 28 de septiembre de 2007 dijo que “vamos a agilizar los desahucios” y ahora pretenden achacarle el muerto al Partido Popular porque más de once millones de ciudadanos les otorgaron la mayoría absoluta en las elecciones generales del 20-N tras el desastre económico-político-social de los elementos Zapatero y Rubalcaba al frente del país al que dejaron en la más absoluta ruina y a los pies de los caballos de un rescate seguro desde Europa si hubieran seguido gobernando como paso en Grecia, Italia, Portugal y Chipre donde además sigue gobernando la izquierda y donde vemos que las mejoras no avanzan, es más, en algunos casos siguen pendientes de un nuevo rescate económico.

Es muy fácil buscar culpables en otros y no reconocer que durante cerca de ocho años, no se hizo nada en España ni por evitar los desahucio, más bien alentarnos, ni por frenar los abusos de la banca, más bien darles ánimos a seguir con su política empresarial y regalarles 35 mil millones de euros que destinaron a repartírselos en los Consejos de Administración como aumento de beneficios. Todo un ejemplo de una política social civilizada, de una política social que ahora reclaman solvente el Partido Popular ante la incapacidad y nulidad socialista que vive del gatos fastuoso y reparto de dinero hasta dejar un agujero que superaba los 900 mil millones de euros, una política llevada a cabo por sinvergüenzas que siguen manteniendo sus mentira tratando de conseguir se convierta en verdad y para ello no dudan en enviar a sus fieles mascotas contra una sociedad que si busca soluciones y si quiere una paz social.


Diremos también que el bagaje político sobre desahucios del Partido Socialista es que el 99 por ciento de los procesos de desahucios corresponden a la etapa de este partido en el poder bajo la tutela de Zapatero y la recta final de Rubalcaba que pretende hoy mantenerse en la cuerda floja en la que está ya que sus propios amigos les están moviendo la cama y dudo mucho, tal y como anda las marejadas dentro de Ferranz que Rubalcaba llegue a ser candidato en las próximas elecciones generales y vaticinaría más aún, que tras las elecciones al parlamento europeo, veamos ya el final de quien realmente miente en España y miente a los españoles, hasta el extremos de mentir a los miembros de su propio partido, esos que ya no confían en el líder venido a menos y caído en desgracia.

Otro dato que debe hacernos reflexionar y debe hacerles reflexionar especialmente a los del PAH, es que el 83 por ciento de las viviendas estaban vacías en el momento en que se ejecutó el desalojo. ¿Qué nos hace pensar esto? Sin duda alguna los afectados reciben la notificación por parte del banco de que van a ser desahuciados por no estar abonando sus cuotas mensuales sobre la propiedad adquirida, lo que les da tiempo a buscar otro lugar donde llevarse sus cosas, ya que sabemos que cuando se produce el desahucio, ya no puedes sacar absolutamente nada de tu domicilio.

No voy a ser yo quien defienda a los bancos, por supuesto que no y la prueba la tenemos en que desde el Tribunal Europeo se dijo que la banca española abusaba de forma extraordinaria en sus clausulas sobre las hipotecas, pero no pienso tampoco defender a quien no quiera pagar su hipoteca aprovechando una coyuntura social y política que les pueda resultar favorable para mantener su hogar mientras otros, a duras penas están cumpliendo con sus compromisos mensuales. Está claro que la banca debe revisar sus contratos y marcar nuevas estipulaciones que abaraten el pago de las hipotecas, pero uno no puede pensar en tener una casa de forma gratuita a no ser que la herede de un familiar y quiera que papá estado le resuelva los problemas o los antojos.

Cierto es que hay un volumen de ciudadanos que gracias a las políticas del PSOE se quedaron en el paro, estamos hablando de 5 millones de ciudadanos y que muchos de estos son núcleos familiares completos, que no pueden hacer frente a sus obligaciones dadas las circunstancias y tienen que vivir con la miseria de 400 euros al mes que aprobó el PSOE y que ahora quieren cambiar por interés político. Entiendo perfectamente que estas familias, estas personas si sean amparadas y ayudadas desde el Estado, para eso está el Estado y para eso pagamos religiosamente nuestros impuestos, para obtener la ayuda de quienes reciben nuestra confianza en las urnas, pero no más allá de este grupo social que está quedando minimizado por un tropel de ciudadanos dispuestos a otras circunstancias que afean su conducta, especialmente a esos dirigentes del PAH que han equivocado su discurso social por el discurso de la amenaza y la coacción, digan ellos que no es así, porque mantenerse en ese criterio es mentir ante los hechos que vemos.

En definitiva. ¿Hay que modificar la Ley? Puede ser, todo está sujeto a mejoras y para eso tenemos a nuestros políticos, para que lo discutan en sede parlamentaria y den soluciones óptimas, pero no bajo la presión de la guerra sucia de un grupo de violentos incivilizados amparados y encubiertos bajo las siga del socialismo y la izquierda radical fascista.



No hay comentarios:

Publicar un comentario