lunes, 27 de septiembre de 2010

Alumno Bono: suspende usted Historia y Matemáticas

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la votación en el Congreso de los Diputados de la Ley de Economía Sostenible sirvió de incomparable marco para que el presidente de la Cámara, señor don José Bono, diese una lección magistral sobre la historia de España y dejase manifiesta constancia de sus amplios conocimientos matemáticos. Boquiabierto me hallo todavía ante tal despliegue de sabiduría, que dudo mucho sea capaz de transmitir a los amables lectores de Batiburrillo. A pesar de todo, en flagrante ejercicio de temeridad habida cuenta de la profundidad de lo expuesto por Bono, intentaré hacerlo.

Se refirió don José en su discurso al bicentenario de las Cortes de Cádiz, entendiendo de tal trascendencia la alocución con la que iba a ilustrar a los señores diputados que decidió conferirle el rango de declaración institucional. Inició Bono su perorata recordando la importancia de la fecha a la vez que rendía un cálido homenaje “al verdadero protagonista de nuestra historia, que es el pueblo español; un pueblo que entonces comenzó una andadura constitucional en la que para su desdicha la libertad iba a ser lo excepcional”. Me permito en este punto hacer un necesario inciso, entendiendo el lógico enfado de los lectores al privarles del disfrute de las bellas palabras de don José: debe recordarse que en la jerga socialista la palabra “pueblo” no engloba a la totalidad de la ciudadanía, se refiere única y exclusivamente a aquellas personas que profesan ideas de izquierdas; asimismo, la palabra “libertad” en boca de un dirigente socialista puede llegar a tener cualquier significado.

Continuó Bono su amena disertación recalcando que “dictadores, monarcas y generales poco patriotas proporcionaron el triste resultado de que en los 166 años que van desde la Constitución de Cádiz a la promulgación de la vigente Constitución el pueblo español sólo ha disfrutado de 16 años completos de libertad”. Consciente Bono de su abrumadora superioridad intelectual sobre el común de los mortales y sabedor de que no todos poseemos su privilegiado cerebro, no quiso asumir el riesgo de que no se hubiese entendido lo previamente expuesto y consideró oportuno repetirlo de forma simplificada: “Las cifras son bien sencillas de recordar: 166 años y tan sólo 16 de libertad”.

Lamentablemente, no discriminó Bono en su interesante parlamento cuales habrían sido los 16 años de libertad y los 150 de opresión entre 1812 y 1978, lo que me obliga a practicar un dificultoso ejercicio de imaginación intentando decodificar lo expuesto por el presidente de la Cámara Baja (joer, Policronio, esto es deporte de alto riesgo; espero que el jamón navideño sea de los buenos). Conjeturo que Bono interpretará como “años de libertad” los correspondientes a la Primera República (un año y medio), el Trienio Liberal, el Sexenio Revolucionario y la Segunda República (cinco años). La suma en principio parece correcta. El problema es que, desde la singular óptica de Bono, ni todo el Sexenio Revolucionario ni buena parte de la Segunda República (el propagandísticamente conocido como “Bienio Negro”, durante el cual los correligionarios de Bono se alzaron en franca insurrección armada) podrían conceptuarse como “años de libertad”; y así los 16 años, por arte de magia, se truecan en bastantes menos. Podría considerar Bono como “años de libertad” el período entre 1936 y 1939, pero en tal caso (desde su perspectiva) sería exclusivamente en la España frentepopulista sojuzgada por el amo soviético donde se hubiese disfrutado de tanta libertad. Quizá así saliesen las cuentas, pero tal teoría suena demasiado rebuscada y debe ser descartada al no afectar a la totalidad de los españoles. Los 16 años sólo existen en la imaginación del señor Bono, lo que me lleva a concluir que presenta graves carencias en cuanto a conocimientos históricos y habilidades aritméticas.

En virtud de lo anteriormente expuesto, y tras la exposición del señor presidente del Congreso sobre historia, cálculo y libertad, lamento tener que comunicarle al alumno Bono que suspende las materias de Historia y Matemáticas. No obstante, don José, puede usted tranquilizar a su familia: su concepto sobre la libertad le hace merecedor de las más altas calificaciones en Educación para la Ciudadanía. Además, al igual que la plana mayor de su partido con Zapatero a la cabeza, no tendrá que repetir curso: me causa enorme regocijo poder participarle que merced al sistema educativo vigente promociona usted por imperativo legal.

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